Empezar a cuidarse comiendo acelga

La acelga es una verdura de hojas grandes y color verde, perteneciente a la familia de la espinaca. Su uso en la cocina se asociaba con las dietas bajas en calorías pero con el paso de los años se descubrió que además de tener un alto valor nutricional su empleo brinda muchos beneficios.

Es altamente gastronómica por ser fresca y sabrosa, y no solo eso, también es utilizada en tratamientos medicinales. A personas propensas a padecer bronquitis, problemas oculares o sequedad en la piel, se les recomienda consumir este vegetal, ya que su alto contenido de beta-caroteno una vez en el organismo se convierte en vitamina A y ayuda a combatir estos males. También se le recomienda a aquellos que tienen aumentado el riesgo de padecer carencias de esta vitamina o a quienes sus necesidades nutritivas son mayores (embarazo, defensas disminuidas, estrés, cáncer, períodos de desarrollo). El beta-caroteno es una sustancia que no se desconcentra con la cocción, por ende no habría problema al darle un leve hervor a la acelga ya que no se perdería la esencia de este nutriente.

Esta verdura es buena contra el estreñimiento, ayuda a desinflamar los riñones y reducir cólicos, fortalece los huesos ya que contiene calcio y previene calambres.
La acelga es un vegetal de bajo valor energético, excelente para quienes siguen una dieta de adelgazamiento.

Una receta rica y sana: Soufflé de acelga y olivas

Ingredientes:

  • Un atado de acelga (Aproximadamente un kilogramo)
  • 100 gramos de olivas (O aceitunas) descarozadas
  • Dos cucharadas de aceite
  • Una pizca de pimienta
  • Una cucharadita de sal
  • 4 claras de huevo
  • Media cebolla

Modo de preparación:
Lavar bien las hojas de acelga y blanquearlas, luego escurrirlas y picarlas finamente, si se desea se pueden utilizar también los tallos para no desperdiciar nada. Cortar la media cebolla de manera delgada y cocinar en una sartén con las dos cucharadas de aceite durante tres minutos. Una vez cocida la cebolla condimentar con sal y pimienta y agregar las olivas en trozos junto con la acelga picada. En un recipiente batir las claras de huevo a punto nieve (Hasta que queden blancas y parezcan espuma) y agregarlas a la preparación anterior con movimientos suaves y envolventes.
Por último colocar en un molde o fuente antiadherente y llevar a horno precalentado a temperatura media durante 15 minutos. Esperar que se entibie, cortar en porciones y servir.

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