Trastornos de la obesidad: El decaer mentalmente

Esta claramente demostrado que la obesidad produce un grado de invalidez en las personas, además de las consecuencias sobre la salud, como ser las probabilidades de padecer cáncer, diabetes, artrosis o embarazos de riesgo. No solo se trata de una enfermedad que tiene relación con una mala alimentación y que produce efectos negativos en el organismo. Más allá de lo físico está la parte psicológica, que implica sentimientos de culpa, rechazos por parte de gente, el sentirse una molestia, tristeza y hasta inhibiciones.

Ganar peso es fácil, el problema es perderlo, es por este motivo que en la mayoría de los casos las personas obesas se dejan estar, hasta tal punto de pensar que no hay salida.

Es común ver como se rechaza al obeso en la sociedad, como se lo deja de lado solo por ser diferente, esto hace que se agrave la situación y la persona trate de encontrar ese afecto en la comida.
La obesidad y la depresión están relacionadas. Se pudo afirmar que, como ya se mencionó, el obeso busca en la comida un escape, y atraviesa constantemente momentos de mal estar y tristeza. También se ha descubierto que el 30 por ciento de las mujeres obesas han empezado con una fuerte depresión, buscando en la comida un alivio o peor aun, buscando llenar un vació ocasionado por la perdida de un ser amado o la ruptura de una relación, situación que desemboca en la obesidad.

España, se estima que más de la mitad de la población padece de obesidad, se calcula que el 40 por ciento de esta cantidad tienen problemas psiquiátricos.

Cuando esta enfermedad empieza en la infancia puede hacer que los niños sean muy inseguros, haciendo que les cueste integrarse en la sociedad. Algunos investigadores sugieren mandar a los pequeños a dormir temprano ya que de esta forma se reduce el riesgo de obesidad, la realidad es que si no hay una buena educación alimenticia el riesgo de padecer sobrepeso sigue existiendo y hasta aumenta. A veces a los padres se les hace muy difícil fomentar estos buenos hábitos a sus hijos debido a que trabajan gran parte del día y los chicos deben prepararse solos la comida, tomando las opciones más fáciles o tentadoras. Por este motivo es que siempre se aconseja que la educación y los buenos hábitos empiecen en casa.

Cuando se está padeciendo esta enfermedad no hay mejor cura que aceptarse como persona y fortalecerse interiormente, cuando esto se logre cualquier tratamiento que se realice, con la ayuda de buena voluntad, será más fácil de llevar y tendrá un 90 por ciento de probabilidades de dar un buen resultado.

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