El chocolate: riquísimo y además medicinal

El chocolate, muy famoso y utilizado en todo el mundo es un alimento a base de pasta y manteca de cacao (obtenidos de las semillas del árbol de cacao) y azúcar. Por su inconfundible aroma y sabor se ha convertido en el producto preferido de muchos amantes de la cocina pasando a ser la estrella de la pastelería y repostería.

Se estima que el árbol de cacao ya crecía hace muchísimos años, aproximadamente 4.000 A.C y según la leyenda era un alimento de dioses. Lo que se cuenta es que el dios Quetzalcóatl les regalo este árbol a los indígenas de la Mesoamérica (olmecas, mayas, aztecas) y estos lo consumían antes de salir de caza.

De América se traslado a Europa donde los primeros usos que se le dieron fueron medicinales, luego se comenzó a combinar con canela, azúcar y jengibre entre otros y se convirtió en un placer dulce y delicioso para el paladar.
Existen varias clases de chocolate, como el chocolate con leche, de taza, de cobertura, pero las variedades más conocidas son el chocolate negro y el blanco.

Su uso generalmente se asocia con la cocina, y como ya se dijo es una estrella en el ámbito de la repostería y pastelería. Pero no solo es un riquísimo ingrediente, además se le atribuyen varias propiedades y aunque muchas veces sea excluido de la dieta por creer que engorda o produce acné esto es totalmente equivocado. El chocolate es muy bueno si se consume en pequeñas y moderadas cantidades (como ocurre con todos los hábitos para una vida sana), aún mejor si está desprovisto de azucares, lácteos u otros componentes.Cabe aclarar que es importante no dejar que envejezca y controlar siempre su fecha de vencimiento.

A medida que pasan los años se le van descubriendo al chocolate cada vez más virtudes; es un potente antidepresivo, contiene potasio, hierro, fósforo, calcio, cobre, vitaminas, magnesio y ácido fólico, posee antioxidantes que retrasan el envejecimientos y nos hacen más felices, presenta polifenoles que ayudan a oxigenar las células y es un aliado para la belleza de la piel. Pero eso no es todo, en el año 2004, estudios hechos en Finlandia revelaron que su consumo beneficia a embarazadas y fetos.

Entre sus componentes se encuentran la quercitina, un flavonoide antioxidante que es un gran protector del sistema cardiovascular y las sustancias psicoactivas que ayudan a intensificar las facultades mentales, es por esto que muchas veces el chocolate es recomendado en niños y adolescentes.

Este alimento no perjudica la dentadura ni eleva el colesterol malo, lo que ocurre, y que es importante remarcar, es que hay que saber elegir muy bien qué tipo de chocolate se va a consumir. Actualmente este producto viene con muchos agregados, que no solo le hacen perder sus propiedades sino que lo convierten en un comestible perjudicial para la salud. A la hora de elegir un buen chocolate hay que seleccionar una marca que sea conocida, fijarse que su contenido sea pobre en azúcar y agregados químicos y que contenga mucho cacao.

Muchas firmas de cosméticos ya empezaron a comercializar productos, hasta incluso jabones de chocolate. En el ámbito de la belleza los tratamientos con chocolate como baños, procesos exfoliantes o masajes son de lo más placenteros e innovadores. En Europa hay balnearios que cuentan con instalaciones expertas en esta área que ofrecen terapias a base de cacao y sus derivados.

A veces parece extraño cuando vemos a la gente que tratan de olvidar sus penas de amor ingiriendo chocolate, pues si, aunque sea difícil de creer, las investigaciones han comenzado a asociar a la feniletilamina otro componente de este ilustre con el sentimiento del amor. La feniletilamina es una sustancia presente en el cerebro humano que cuando se está enamorado comienzan a activarse y producirse en más cantidad. Se cree que cuando se sufre un mal de amor comienza a faltar y por ende la persona la busca como un remedio y para calmar la ansiedad.

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